¿Cómo escribir un cuento infantil?
Para publicar un libro infantil primero hay que escribirlo. Parece una perogrullada, pero en realidad los cuentos infantiles no son nada fáciles de escribir. No hay que creer que porque el público a quien van dirigidos tiene menos de 10 años es menos exigente que el adulto.
Si quieres escribir y luego publicar un cuento infantil te damos algunas pautas y consejos para que te conviertas en un verdadero escritor o escritora de literatura infantil y hagas carrera en este subgénero literario.
Por otra parte, en un libro infantil es usual que las imágenes tengan un gran peso, sobre todo dependiendo de la edad de los niños. Cuanto más pequeños hay menos palabras y más ilustraciones, y a medida que crecen crece también el texto y el número de dibujos se achica.
De aquí la importancia de publicar un cuento infantil ilustrado con las imágenes más acertadas, con colores atractivos y formatos idóneos para estos lectores tan particulares.
Es una relación proporcional a la edad, puesto que con los libros infantiles se está fomentando en los niños el amor a la literatura y el hábito de leer. Por ello es importante que leas muchos relatos infantiles, te empapes de fantasía y empieces a fijarte en el comportamiento de hijos, sobrinos, nietos o vecinitos.
Antes de publicar un cuento infantil es conveniente que la escritura del mismo sea eso que ves en tu mente.
Escribir y publicar un libro infantil:
Conviértete en un niño otra vez:
La adultez nos hace olvidar cómo veíamos las cosas de niños. La imaginación infantil es desatada. Para reconectar con ese niño o esa niña que aún sigue dentro es bueno ponerse a conversar con interlocutores adecuados.
Pero conversar de tú a tú, sin condescendencias, tomando en serio a quien tenemos delante. Trata de ver la historia desde su punto de vista, o recuerda cómo te sentías a esa edad.
Es un ejercicio de introspección que te dará herramientas estilísticas y de perspectiva valiosísimas. Cuenta tu historia como si tuvieras 10 años, y analiza el resultado. Inclusive puedes darla a leer a los niños cercanos, ver su reacción y conocer su opinión.
Así sabrás tus posibilidades de éxito al publicar un libro infantil cuando lo tengas terminado.
¿Cuál es el objetivo?
Aparte de publicar un libro infantil, el objetivo tuyo como escritor o escritora de literatura infantil es hacer imaginar al niño, que mediante las palabras pueda vivir las aventuras de los personajes.
En este sentido, las imágenes son un poderoso apoyo visual y estético. La historia, por tanto, debería tener la capacidad de ser ilustrada, con dibujos interesantes y atractivos que asombren y diviertan por igual.
Si tu intención es publicar un cuento infantil ilustrado debes darle la atención necesaria a las imágenes, y contratar a un ilustrador profesional que conozca muy bien su trabajo.
Piensa que, al igual que un escritor o escritora de ficción para adultos debe aprender a escribir cuentos infantiles, los ilustradores deben saber captar lo esencial de la historia y poder transmitirlo en imágenes.
Lo ideal es que tanto tú como el ilustrador, en caso de que quieras publicar un cuento infantil ilustrado, trabajéis juntos en las escenas que piensas deberían acompañarse de ilustraciones.
Elige el tema:
No es conveniente subestimar a los niños como público, no son tontos. El tema puede ser perfectamente actual pero siempre acudiendo a la fantasía. No te olvides de que su imaginación es poderosa, en su mundo todo es posible.
Así, las aventuras suelen interesarles, resolver misterios, las historias de animales, de piratas, de astronautas, de héroes y heroínas que arriesgan todo. Y una cosa importante: los niños son exigentes, tus cuentos y personajes deben ser verosímiles.
Las historias fantásticas son perfectas porque los niños establecen naturalmente lo que en las sabias palabras del poeta inglés Samuel Taylor Coleridge es “la suspensión de la incredulidad”.
Es decir, saben que están ante una “mentira” pero son capaces de zambullirse en ella de cabeza y creérsela hasta que la historia termina. Eso es verosimilitud, que no tiene nada que ver con si es cierto o no.
Así, pues, los temas son variadísimos y tienes libertad para poner a hablar a cualquier animal, cualquier objeto. Piensa tan solo cuando toque publicar un libro infantil lo genial que quedarán las imágenes.
La voz narrativa:
La voz narrativa es desde dónde escribes. Es decir, si quien narra la historia lo sabe todo, si es un espectador sin intervenir o si es uno de los personajes.
El famoso escritor danés Hans Cristian Andersen (autor de “La sirenita” o “El patito feo”, entre muchos cuentos de hadas) contaba los cuentos tradicionales nórdicos con su propia voz, es decir, reinventando y actualizando personajes.
Esa es una buena idea, actualizar personajes. Decide quién narrará la historia y arranca, porque el objetivo es escribir un cuento maravilloso y publicar un libro infantil.
Escribe “desde tu voz de niño o niña”:
Escribir no es fácil. Casi nunca las palabras obedecen y dicen lo que el autor quiere que digan. Parece que tuvieran vida propia.
Una vez que tengas el tema, los personajes y la perspectiva, es hora de ubicarte en tu infancia y empezar a ver todo desde la “altura” de aquella edad: lo grandes que pueden ser algunos muebles, lo largo de los corredores, lo alto de los techos…
Escribe para ti pero pensando en los niños. Cuando por fin llegue la hora de publicar un libro infantil habrá tiempo de poner la atención en otros aspectos. Publicar cuento infantil es otra etapa de la creación.
Autopublicar cuento infantil:
Los libros infantiles son siempre un poco más complicados de editar. Si se trata de autoeditar cuento infantil debes pedir la ayuda de profesionales, pues los formatos, tamaños, colores y fuentes son totalmente distintos a los libros de adultos.
Autopublicar un cuento infantil requiere de manos sabias que se encarguen del delicado proceso de ilustración e impresión. Recuerda que autoeditar cuento infantil no quiere decir que todo lo harás tú.
Quiere decir que tú te haces cargo de los costes, eliges ilustraciones, decides cuáles van y dónde, pero todo lo hacen profesionales del sector. Porque publicar un cuento infantil ilustrado es un trabajo serio que requiere experiencia.
La idea de autoeditar un cuento infantil es perfecta porque te da la posibilidad de un mayor control sobre tu libro desde el punto de vista del diseño, tamaño e ilustraciones. Pero déjate aconsejar por quienes saben.
Si tienes la idea de publicar un libro infantil y es tu primera vez, oye sugerencias en cuanto al tono de los cuentos, los personajes, la extensión. Piensa, por ejemplo, en que un cuento para niños de 8, 9 años puede rondar las 1000 palabras, y si son menores también lo será el cuento.
Sería preferible publicar un cuento infantil antes que un libro completo. De hecho, muchos de estos libros son solo un cuento. Y ya, cuando tengas más dominio sobre la técnica, arriesgarte a publicar un libro infantil de mayor extensión, o formado por varios cuentos.
Al mejor estilo de Andersen. Que publicar libro infantil fue precisamente lo que lo hizo famoso.