¿Cómo podemos ayudar a nuestros restaurantes estos días?

La crisis del coronavirus cambió la escena del restaurante de una sola vez. Durante la primera oleada, cierres, vigilancia, confinamiento y restricciones se sucedieron a gran velocidad. Había poco que los restaurantes pudieran hacer en ese momento para superar la pandemia del siglo. Una de las medidas que más rápidamente adoptan los profesionales del sector es la entrega a domicilio de comida, un servicio muy demandado en el momento dada la imposibilidad de operar legalmente de cualquier otra forma y por el interés despertado por la propia población.

Todos lo estamos pasando mal con esta pandemia, en algunos sectores se debe agregar el miedo a contagiarse o contagiar a sus seres queridos, el problema de la falta de trabajo y en algunos casos la ruina y cierre del negocio que en algunos casos llevaba años funcionando.

Los restaurantes y bares se han visto muy afectados por las restricciones impuestas por los gobiernos para contener el virus.

La pandemia está afectando la salud mental de muchas personas, pero hay áreas de mayor riesgo, como la restauración. También ya es propenso a tener más problemas de depresión y consumo.

Entre los ajustes para cumplir con las nuevas normas sanitarias y los sucesivos cierres, la sensación de los trabajadores de los restaurantes lleva meses en una montaña rusa.

En tiempos de pandemia, la comunidad no solo se ve envuelta en reglas que cambian a menudo, sino que también se siente abandonada.

Los restauradores y hosteleros españoles no dejan de preocuparse:

Es difícil. Sí, se necesita apoyo, pero no he recibido mucha ayuda del gobierno. Escuchamos que si lo necesitamos, podemos consultar, pero hay listas de espera. Escucho a mis empleados. Tengo alguien que me dijo: «Tengo que trabajar, me voy a volver loco». Depende de nosotros, como empleadores, tratar de ser creativos, porque en realidad no vemos que la ayuda llegue.

La inseguridad laboral, la precariedad, las exigencias psicológicas y físicas relacionadas con el medio ambiente ya pesaban mucho sobre la salud mental de estos trabajadores.

Tienen muchas demandas físicas que son muy pesadas y que tienen consecuencias en su salud física y mental, pero también demandas psicológicas. Esto puede ser, por ejemplo, para conciliar las expectativas de su jefe y las de los clientes.

¿Qué pueden hacer nuestros restaurantes en estos días?

Ahora que nos encontramos en lo que parece ser una segunda ola de SARS-2, los restaurantes continúan dependiendo cada vez más de las empresas de entrega de alimentos para mantener sus ventas en niveles aceptables. Y la demanda no ha disminuido, en cualquier caso, la receptividad de la población solo está aumentando.

Con las vacunas ya en el horizonte, mantenemos los dedos cruzados para que sean efectivas y finalmente podamos acabar con todo el sufrimiento causado por la enfermedad COVID-19. Uno se pregunta qué estrategia seguirán los restaurantes en un futuro próximo.

Los pedidos de comida a domicilio se multiplican en mayores de 65 años por miedo a salir a comer.

El mercado de la movilidad ha crecido a un ritmo sostenido durante al menos cinco años, y siempre con valores superiores al 10% anual. El 2020, no fue diferente, y no se espera una desaceleración para los próximos años. Por tanto, parece razonable que los responsables de restaurantes estén apostando por este modelo de negocio.

Pero… ¿Cuál es la percepción real de los profesionales del sector? ¿Se mantendrá la distribución de alimentos a domicilio entre los servicios habituales del restaurante o es algo pasajero mientras dure la pandemia?

El reparto de comida a domicilio se consolida así como un activo operativo que fortalece al restaurante ante cambios inesperados, y esto también protege a la empresa frente a las futuras tendencias de consumo, que serán dinamizadas por las generaciones más jóvenes.

La relación entre restaurantes y empresas de reparto de comida

La importancia que ha tenido el reparto de comida entre las opciones de inversión ponderadas por los restaurantes, ha ganado particular tracción a expensas de otros esfuerzos como el marketing o la personalización de los artículos ofrecidos. La búsqueda de un desarrollo sostenible En el ámbito de la restauración, es interesante notar que solo quedan unos pocos puntos porcentuales por detrás de los ya mencionados.

Sin embargo, la contratación se hunde, la mejora de los salarios y la formación del personal para la recepción, reparto y cocina. Y ello a pesar de que algunas de las marcas que recientemente han optado por montar un servicio de comida a domicilio lo han hecho con flota propia para no depender de terceros.

Algunos restaurantes temen que empresas como Just Eat, ElTenedor, Glovo o Uber Eats traigan más inestabilidad de la que ya hay, por ejemplo con la condición de sus trabajadores como posibles falsos autónomos.

¿Cómo podemos ayudar nosotros a la hostelería conquense?

Todos tenemos ese miedo y a la vez precaución para no contraer esta enfermedad que nos ha tocado. Pero aun así podemos echar una mano a nuestros vecinos hosteleros y así aligerar su peso en estos días de pesadumbre.

Tenemos varias opciones a la hora de ayudar a nuestros restaurantes que tantas alegrías nos han dado en todos estos años.

Pedir comida a través de las diversas plataformas

A través de Uber Eats podemos encontrar no solo restaurantes de comida rápida, también encontramos restaurantes de calidad como pueden ser Casa Marlo o el restaurante La Terraza del Alfonso VIII pasando por Tukutuku o tomates verdes fritos.

Pero puede ser que en esta plataforma no encuentres tu restaurante favorito. No es excusa, puedes llamar por teléfono, mucho de ellos tienen la opción de reparto por su cuenta o recogida de comida en el establecimiento, el ultimo que yo he probado es la famosa marisquería Joni, donde puedes hacer un encargo y recogerlo para disfrutarlo en tu hogar.

Salir a cenar o comer cualquier día

No tenemos que esperar a que sea un día especial para acudir a alguno de nuestros restaurantes repartidos por esta bonita ciudad. Podemos acercarnos cualquier día que no sea señalado y así disfrutar de una buena comida sin los agobios que podemos encontrar en los días elegidos por todos para comer fuera.

Podemos encontrar ofertas diarias en menús del día o menús especiales realizados por los cocineros de estos restaurantes, por ejemplo, puedes acudir los viernes a disfrutar de una fabada al restaurante La Figal o chuparte los dedos después de deleitarte con un chuletón remojado con un vino de la tierra o porque no un Ribera del Duero en el Recreo Peral con su agradable vista al Júcar.