Historia de Kawasaki

Cualquier amante de las motos, piensa en Kawasaki, pero pocos muy pocos saben su verdadera historia. Muchos pueden pensar que solo se han dedicado al motociclismo, pero nada más lejos de la realidad, para Kawasaki nunca fueron una prioridad. Para comenzar, el verdadero nombre es KHI Kawasaki Heavy Industries, una amalgama de industrias que fabrica desde plantas de energía a ferrocarriles, aviones, barcos, o maquinaria pesada y ligera, entre otras muchas actividades. Y todo esto desde finales del siglo XIX. 

Su incursión en el mundo de las motocicletas comenzó por adquirir la firma Maguro, un lugar al que la marca Kawasaki vendía sus propulsores. Es ahí cuando se construyó la primera fábrica en Akashi en pasó a ser una compañía cooperante en la división de aeronáutica, allá por los años 1960. Es en 1962 cuando se comercializa la primera moto con el nombre de Kawasaki, una B8 con un tipo de monocilíndrico 2T y de 125cc. En este tiempo, cualquier marca oriental estaba bien posicionada ya que el potencial de la compañía en su origen permitió a Kawasaki poder solventar sus primeros problemas financieros, con lo que pudo sufragar los primeros modelos de la marca, apostando siempre por la identidad propia. El primer gran avance fue la W1 de 1966, en este caso, era una moto de 650cc que tenía rasgos propios de las BSA A7 y A10 de la época. Era una moto con un cigüeñal en 360 grados y un árbol en su cárcel. Pero no fue su moto más famosa, las más relevantes fueron las unidades “T» de dos y tres cilindros que fueron el origen de las primeras generaciones deportivas. En 1969 nace una de sus motos más míticas, la H1 Mach III de 500 cc. Que fue la muestra para llegar a los motores de la 750 cc con 74 CV de potencia, ya una cifra más que considerable en ese momento, y que, sin duda, marcó un antes y un después en la historia de esta marca y del motociclismo. 

En 1973 se usan los cuatro tiempos y se llega la moto deportiva Z1 de 900 cc. Moto pionera de origen japonesa con distribución DOHC que llega, para dar luz a una nueva era. Durante muchos años, la marca genera vehículos con motores tetracilíndricos de media y alta cilindrada, que llega a su momento más álgido con la moto Z1300 de seis cilindros en línea. 

Es en 1983 cuando se construye la Z750 Turbo, algo pionero en esos años, pero que curiosamente no tiene demasiado éxito. Es un año después cuando nace la GPZ900R que abre la puerta a una nueva generación de motos que están mucho más vinculadas a tiempos más actuales, equipadas con motores con capacidad de refrigeración por agua y con llantas anchas y con chasis mucho más robustos. 

Entre los años 80 y los comienzos de los 90 aparecen ya modelos, que, sí que resultaron icónicos para esta firma, como pudieron ser la GPz ultra deportivas que con el paso del tiempo y modificaciones varias llegaron hasta la ZZ-R 1100, una moto que fue la más potente y la más rápida del mercado durante muchos años, un momento histórico y una moto muy importante para Kawasaki. 

La marca, al igual que otras como Honda o Yamaha, se concentró en estar en las categorías medias o altas, pero solamente cuando comenzó tenían motos de baja cilindrada. En la actualidad, no fabrica motos de baja cilindrada tampoco ni scooters, apuesta por modelos mucho más desafiantes y radicales, entre los que también se encuentran las motos offroad y las de tipo custom, estas últimas con impulsores V2. En la actualidad, Kawasaki tiene un catálogo de motos muy potente, de las más poderosas del mercado, con unas líneas deportivas con una cilindrada siempre media y alta con un espíritu radical siempre, en la mayoría de los casos, de color verde. Sí, verde, que no sé si sabrás que es un color que significaba mal augurio en motociclismo, pero precisamente por eso lo pusieron, dando a entender que ni el verde haría perder a las motos de la marca. 

PAra no haber sido su principal objetivo, Kawasaki es muy sencillo que se mantenga como referencia a nivel mundial en el motociclismo por muchos más años, cada día son más las personas que conciben su vida a dos ruedas, tanto para disfrutar en momentos de ocio, como para acudir al trabajo, y rápidamente conocen este tipo de moto, mucho más deportiva, con un aspecto agresivo, pero que no por ello pierde de vista la importancia de la comodidad cuando se va en moto. Inicialmente son pensadas para un conductor, pero rápidamente incluyeron una prolongación del asiento en la mayoría de ellas para que se pueda viajar en pareja, o se le añadió la posibilidad a alguna de estas motos de poner las maletas para viajes más largos. A nivel tecnológico, no dejan de avanzar, para seguir haciendo una moto muy difícil de atrapar en el circuito y en la carretera. 

En relación a esto, debemos de recordar, que la carretera no es un circuito sea cual sea tu moto y aún más si te gusta realmente el automovilismo, por lo que siempre hay que cumplir con el reglamento de circulación.   

Es cierto que cada motero tiene su marca preferida, y que es difícil cambiarlos, pero si hay una marca a la que le son fieles, es la marca Kawasaki. Su ligereza, su agresividad al tiempo, así como la comodidad para conducir.  

Sin duda, que el fundador de Kawasaki, Shozo Kawasaki fue un verdadero visionario y consiguió no solo hacer viable a su empresa en un sector, sino abrir varios caminos u opciones de negocios, pero supo buscar la mejor fórmula, par en automovilismo pasar de ser unos recién llegados, a ser sin duda, una marca de referencia, que se llega a reconocer tan solo viendo su color o escuchando el ruido de su motor.  

Esperamos que este post, te haya resultado interesante, y que hayas descubierto algún dato que desconocías de esta marca. 

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